lunes, 11 de octubre de 2010

AGUA SEXUAL


Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones,
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del
alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.

Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma
en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro al mundo.

y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer un agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.

Pablo Neruda

CORAZON CORAZA



Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti

LA CARICIA PERDIDA



Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Alfonsina Storni

DOLOR



Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

Alfonsina Storni

AUSENCIA



Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!

Gabriela Mistral

A LOS CELOS



¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!

¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!

¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;

Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.

Luis de Góngora

viernes, 8 de octubre de 2010

PALABRAS



Cada silencio que resbala de mi boca es una palabra que muere en la tuya.
Elena Lechuga (Áuryn)


Palabras
las que me faltan,
gemidos de tu boca
los que me sobran,
48 pulgadas de mudo sofá y
tu bandera en tienda de campaña
tu eterno compromiso,
catálogos de inocuos besos
naufragan en el sendero
de mis pechos
como agonizan
a cada minuto
las sílabas de mi silencio en la
comisura de tus párpados

Eva Márquez (Enar).

POSEIDA

(Fotografía obra de Pall Roe)


Vivir

con la sombra de la duda

instigando tus pies

sólo te será soportable

cuando

te consientas ser poseído

por la sombra de la indiferencia.


Te lo dice

una

Poseída.


Eva Márquez (Enar)

EL MAR, TU VIDA Y LA MIA



Estoy aquí, parada frente a ti
Tu mirada me congela
Tus palabras me abrigan
Y vuelvo a tener fe en la vida.
Recuerdas los momentos en que reíamos sin medida?
En que cada momento era el mejor de la vida?
Extraño aquellos días cuando la felicidad nos invadía
Cuando te ponías triste y sin embargo de mi te reías.
Hoy parada aquí sola frente a la vida
Quiero que sepas que aun extraño tu compañía
Y que aunque hoy estemos lejos
Siempre puedes contar con la mía.
Recuerdo aquellas tardes tomando café frente al mar
Mirando las olas pasar
Disfrutábamos de nuestra compañía.
En aquel entonces
Solo eran tu mirada y la mía
No regrese jamás a aquella playa
Y no volveré jamás, hasta que tu vida vuelva a la mía.
Recuerdo tu amor por el mar,
Las historias que inventábamos mientras las olas iban y venían,
Aquel invierno frente al mar
Cuando tiritábamos de risa y de alegría
Nuestro lugar preferido,
Un café, un pastel, y tu compañía.
TE RECUERDO ASI

Recuerdo tu andar imponente
Tu mirada sincera
Tu carácter fuerte
Tus palabras cariñosas y,
El protegerme siempre.
A cada reunión tú me acompañabas
Aunque sé que a veces, eso no te gustaba
Pero estabas ahí junto a mí
Como diciéndome divierte que yo estoy aquí.
En todos estos años
Muchas cosas te escribí
Sintiéndote lejos y,
Tan alejada de mí.
Mentiría al decirte
Que me olvide de ti
Tu amistad vivió en mí
Desde el día en que te conocí
Y vivirá por siempre
Aunque algún día yo ya no esté aquí.
Es hoy tu cariño, confianza y
Respeto hacia mí, lo que me impulsa a seguir.
Amo todo lo tuyo porque
Es una parte muy importante de mí.
Amo todo lo tuyo, porque tú me ayudas cada día

Techi  Matallana